Ésta es la triste historia de el pequeño Patrick con un final FELIZ.
Aunque no lo creas, el perro que vas a ver en la primera foto está vivo… y es un cachorro.
Fue llevado a una clínica veterinaria de New Jersey. Tenía un hilo
de vida y era un esqueleto recubierto de piel (nada de grasa y apenas músculo). Parecía imposible que saliera de esa terrible situación con vida.
El perro fue encontrado envuelto en una bolsa de plástico en un contenedor de basura apenas unos segundos antes de que hubiera sido consumido y triturado por un compactador de basura.
Los veterinarios dijeron que era el caso más grave de desnutrición animal que había visto.
Pensaron que no sobreviviría la primera noche. Pero seguía con vida a la mañana siguiente.
Lo llamaron Patrick porque lo encontraron el día antes de San Patricio. A pesar de que se veía mejor en el momento en el que le sacaron esta foto, su vida seguía corriendo peligro.
Tenía una temperatura corporal tan baja que no se registraba en el termómetro, sus posibilidades de supervivencia eran escasas.
Descubrieron una gran bola de pelo en su estómago que le impedía comer. Se la extirparon.
Parecía que este cachorro estaba poniendo todas las ganas por salir adelante.
Cada día que pasaba, era una pequeña victoria.
Su terrible abandono y probablemente el maltrato recibido, le había dejado cauteloso y temeroso de los humanos.
A medida que su historia se difundía, Patrick comenzó a ganar seguidores y admiradores.
Poco a poco, se iba recuperando.
Aunque todavía estaba muy delgado, estaba empezando a parecerse a un perro en vez de un esqueleto.
Poco a poco comenzó a confiar en las personas que habían estado cuidando de él…
…aunque no siempre entendía lo que le hacían.
Finalmente este perrito estaba fuera de peligro.
Patrick había comenzado a ponerse en forma y a ganar peso. Ya tenía un brillo diferente en sus ojos.
Al final resultó que era bastante juguetón.
Finalmente fue adoptado por una administradora del hospital veterinario.
Sigue siendo un poco tímido con los extraños.
Un año después de que fuera descubierto a escasos centímetros de la muerte, los 23 kilos de Patrick no se parecían en nada al cachorro que fue encontrado entre los desperdicios.
Su antiguo propietario está acusado de negligencia y abandono, pero independientemente de lo que le ocurra, Patrick ha salido victorioso.
Gracias a la amabilidad y dedicación de algunas personas, su vida ha cambiado para siempre.
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